Regresando al presente....
Siempre me pregunté cómo caminar hacia la verdad, pero.. ¿Cuál es la verdad? ¿Cómo caminamos cuando el mundo se ha detenido? ¿Cómo conectamos? ¿Cómo entregamos?
Son tantas las preguntas…
Con este sentimiento de haber perdido el control en nuestro universo, ¿logramos ver cuán vulnerable somos? ¿Supimos encontrar en el conflicto presente un momento para observar profundamente nuestro status humano y valorar el regalo de la vida?
Esta sensación de encontrarnos en el medio, entre la acción y un sueño, entre el miedo y el estanque, es una cosa tan particular y relativa de cada ser humano... Una mezcla de percepción, de ritmo y de disciplina. Porque si… cada uno de nosotros necesita justamente eso: un ritmo, una disciplina.
La desilusión humana por el sentido de incapacidad, nos hace tener que confrontar nuestra realidad interna, personal, de relaciones y de prioridades.
Este momento es crucial.
En algunas amistades cercanas veo el sufrimiento diario; en otras la paz y la alegría que han encontrado en poder estar con ellos mismos.
Mi referente es mi esposa y mi hijo: ellos no necesitan más que el aquí y ahora. Y yo, que estudio el estar presente, me pierdo tanto en mi mente...
La vida está llena de paradojas que buscan enseñarnos algo.
¿Dónde está la “felicidad”? ¿Existe? Porque no podemos olvidarnos de que, si es real, depende de nosotros... y si es una ilusión, también. Y esa verdad podría ser dolorosa para el que no posee un manantial de paz en su corazón -porque es la “inquietud” quién nos lleva a volar- pero es necesario! Porque algunos nacemos con corazón aventurero. Reconocemos que somos dichosos por tener salud y que el “sacrificio” no es grande, porque al final de cuentas solo se nos pide estar en el hogar, pero en esa acción nos sentimos como leones enjaulados: necesitamos correr, volar, crear, soñar, viajar a otros mundos y espacios...
Y en medio de todo esto yo dicto clases, inspiró comunidades lejanas, buscando viajar, aportar, compartir. Vivo y convivo con los míos, mientras sueño con otras acciones, lugares, personas...
Y claro que extraño el sudar con compañeros en un mismo espacio mientras buscamos hacer arte! Y es esa su magia, la exploración de nuestra humanidad, sudar llorar, reír, JUNTOS.
Es que es así: el arte es esencial.
El arte nos sigue juntado, creando puentes, rompiendo barreras. Ahora, en un momento en que el mundo se tuvo que detener, el arte nos sigue uniendo y aún más que antes. Y en ese junte humano tengo tanta posibilidad de inspirar y abrir caminos a los míos … de abrir puertas de comunicación, de tumbar fronteras, porque el mundo físico es otro, y la tecnología nos da las herramientas para ir aún más lejos. No queremos quedarnos en este sistema, pero en este momento podemos romper las barreras y sumarnos, lo cual me da algo de esperanza, me ayuda a ver lo bueno y lo posible. Me re encuentro con los míos y me mueve… Porque amo a mi gente latina, el potencial que llevamos todos... y se me hace el momento perfecto para compartir con todos que dentro de la industria del teatro musical, podemos agarrarnos de esta verdad de identidad y que signifique una limitación o podemos hacerla nuestra y exponerla al crecimiento total.
Puede significar un tiempo de liberación para aquellos que escuchan y se permiten utilizar este presente, fortaleciendo sus caminos y sus verdades. Es momento de romper algunas barreras y estereotipos, aprovechando la forma y la posibilidad de unión sin fronteras que tenemos hoy en nuestras manos. Somos latinos, somos artistas, somos minorías que aportan y suman al mundo, estemos donde estemos.
Cuando me preguntan qué pienso de la presencia latina en las tablas de Broadway, hoy respondo que es el miedo quien nos limita.. Y ser latino, al igual que el miedo, es una barrera que nos ponemos nosotros mismos. Hoy en día la industria de musicales trabaja con muchos de nosotros en sus producciones. Por lo cual, si ser latino te genera un conflicto a la hora de pensarte en Broadway, no es algo real... es algo que tú mismo estás decidiendo creer.
Y lo mismo nos pasa con la pandemia: podemos sobre limitarnos y temer a la muerte dejando que ésto nos impida tener una experiencia de vida plena... o podemos entender que, dentro de nuestro día a día debemos tomar precauciones para no infectarnos y no infectar a otros, debemos ayudar nuestro sistema inmunológico comiendo sano y consumiendo las vitaminas y minerales necesarios… pero que aún así, podemos tener conciencia de nuestro rol en este universo, tanto por nosotros como por los demás. Debemos, aun aquí, aun así, vivir al máximo, respetar y honrar el aquí y ahora y seguir creciendo. Seguir ofreciendo de nosotros lo mejor, seguir en la búsqueda de preservar el fuego que nos calienta y nos ilumina.
Y así, sólo así, ayudaremos a nuestra vida, a nuestra humanidad y a nuestro arte a caminar hacia adelante.
Vivamos, Vivamos al máximo, en la forma en que podamos, no dejemos de vivir...
- Luis Salgado
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